La ética del cinismo ético

No les critico, cómo hacerlo, siendo como son hombres y mujeres todos honrados. Más faltaría, convertirme en portavoz de la derecha y la casta en lugar de seguidor fiel del depositador en paraísos fiscales, el muy estimado Roures.

Por si acaso tenía dudas ya hay quien me amenaza con borrarme de sus feisbuk si me atrevo a dudar de tan honrada ciudadanía, con soltar en las redes la misma mierda que me soltaron hace años o con  perseguirme como intolerable dinosaurio. Pero esto no es amenaza, son razones de gente honrada.

Y, ciertamente, son gente tan honrada que no deseo que se distraigan perdiendo el tiempo que necesitan para hacer estudios de vivienda o asesoría cobrada.

No seré yo quien os excite al motín o la cólera contra tan honrado personal que tan solo ha cometido el error de mostrar que son humanos y normales. Porque normal es la mamandurria universitaria: ya saben, tengo un amiguete cazador de subvención, naturalmente pública, que me paga por hacer que trabajo a seiscientos kilómetros de distancia.

No seré yo, faltaría más, quien agravie a quien no inventó las asociaciones para competir con las consultoras, aprovechando que no pagan impuestos o los miserables salarios de miseria a universitarios ociosos. Ellos y ellas son gente honrada, y esta es práctica universitaria, científica y ética como todo el mundo sabe.

Ellos y ellas, naturalmente, son gente honrada que no se negarían a ir a televisiones que no son de los amigos por evadir la transparencia. No; van a su televisión favorita porque el dueño de esa televisión no tiene propiedades, porque todo lo que tiene es propiedad de empresas; es decir, como los humanos mortales que tenemos nuestras propiedades en manos de los bancos, y si uno tiene casa y coche a nombre de empresas no es por evadir sino por la dureza del turbio capitalismo.

Temo agraviar a honrados hombres y honradas mujeres. Así pues, no diré que enviar militantes a apuntarse a primarias de otros partidos es una felonía. Porque respetar la soberanía de partidos ajenos es vieja cultura del deleznable régimen de la transición, como todo el mundo sabe.

Que en la experiencia política de la democracia occidental fuera la mafia quien se aprovechaba de las listas abiertas de los partidos italianos o que la mafia constructora de Granados interviniera en asuntos de otros partidos, no es comparación sino exceso.
Porque entiendan Ustedes, los seguidores y seguidoras de Podemos, pues ciudadanos y ciudadanas son, tienen derecho a dirigir su partido y el de los demás; son gente honrada.

Los que han consumado esta acción son hombres y mujeres dignos. No quieren Iglesias, Monedero y Errejón que gane su amiga en IU de Madrid. No: quieren disolver IU, porque lo que quiere toda la ciudadanía es un bipartidismo sin izquierda, que si tenemos que pactar con la izquierda, el de los paraísos fiscales no nos dará share televisivo.
No quiero agraviar a candidata que pidió dimisión de alcalde y pide dimisión de madrileños y hoy convierten en errores administrativos su particular cambalache u oculta cambalaches en el sur. No lo haré porque ella ha sido elegida por gente tan honrada.

Ellos y ellas son sensatos y honorables, y no dudo que os darán razones. No tengo ni talento, ni elocuencia, ni mérito que compita con tan honrado personal. Por eso yo trabajé gratis para  coordinadores de la cosa  y Monedero, que si tiene talento, cobro de todos, antes de hacerse ciudadano honrado.

Solo animo, a quien dude de la ética del ético cinismo, a que no teman a las falsas denuncias en los medios, que pierdan el miedo a la susurrante amenaza esa de cómo sigas por ahí te acusaré de esto o aquello.

Solo animo a aquellos honestos y honestas militantes que ven invadido su partido por afiliados y afiliadas de esta gente tan honrada que resistan, griten en plazas y cenáculos quienes son los honrados y honradas de otros partidos que vienen a violentar su partido, disfrazados de honrados y honradas simpatizantes.

Yo no tengo partido, pero no dudaré en denunciar a los que cargados de ético cinismo se apuntan a las primarias de otro partido para corromper una idea que algunos propusimos hace veintidós años y que negaron los que hoy apoyan a esta gente tan honrada.

Hablo llanamente y no os digo sino lo que todos conocéis, pobres, pobres bocas mudas,